El pasado 30 de noviembre del recién terminado 2022 se realizó la permutación de la junta directiva en la Comunidad de Andalucía de la ELP. De la vivacidad del momento dieron cuenta las palabras de Maite Estebán, directora saliente, y de Fany Miguens, quien tomaba el relevo en la dirección de la CdA. Nunca es tarde para retomarlas…

Maite Esteban

Directora saliente de la CdA- ELP

Queridos miembros y socios,

Esta noche finaliza el trayecto de esta Junta Directiva y con ella mi función como directora. Encarnarla ha sido una experiencia que no dudo en calificar de enseñante. La decisión de hacerla no fue sin otros pasos previos, la formación del analista no es estandarizada pero ha de incluir no solo el análisis propio, fundamental, y el control de la práctica, imprescindible, ha de extenderse a la Escuela, a la experiencia de subjetivarla. “La vida de la Escuela” es un sintagma especialmente repetido en el último tiempo de nuestro mandato, este sintagma es fundamentalmente un termómetro ¿qué temperatura registra? mide como los miembros que la constituyen encuentran la manera de hacer esa vida, como se las arreglan para estar en ella y para ella, en definitiva, la manera de hacer con lo más radicalmente extraño, extranjero que nos habita.

Subjetivar la Escuela hace caer consistencias y esta caída es lo que permite que la Escuela camine, mantenga el movimiento que le conviene, con Lacan sabemos que no se trata de alcanzar un reconocimiento mutuo, aunque estemos advertidos que esa tentación puede siempre llamar a la puerta. Hacer la experiencia de la Escuela desde el lugar de las instancias, ayuda a medir mejor y más precisamente la tensión siempre reinante entre “decir” y
“hacer”. Es así como resumiría la enseñanza extraída en el intenso programa de formación de estos dos años.
Dos acontecimientos vinculados a dos miembros de esta Comunidad presidieron el comienzo y el final de este intervalo de tiempo. El primero fue alegre y tuvo lugar al conocer la nominación de Paloma Blanco como AE de la Escuela Una, el segundo y casi concluyendo este período, triste y recibido en plena feria de Málaga
al tener que despedir a la colega querida, Antonia García Lozano. Ella era fundamentalmente alegre y ese estilo insustituible se respiró en el reciente homenaje celebrado en su memoria.
Entre medias un programa de trabajo fue marcando la dirección en la CdA bajo las directrices de la ELP y la AMP, ese trabajo lo hemos realizado en una transición de las restricciones impuestas aún por la
pandemia cuando comenzamos, a una progresiva, pero firme apuesta y recuperación por la presencia. Mi agradecimiento a todos los participantes, miembros, socios y amigos del psicoanálisis, que con su asistencia y trabajo animaron la vida de la Escuela en la Comunidad de Andalucía.
En mi alocución como directora entrante deseé un recorrido venturoso a mis compañeros de Junta Directiva, Rocío Cid y Juan Carlos Ríos, venturoso en el sentido que las dificultades no ralentizaran el entusiasmo, sin un exceso de optimismo, creo que lo hemos logrado, hemos encontramos la manera de  trabajar juntos y
más allá de coincidencias o discrepancias, hemos atinado en el equilibrio que conviene a nuestra función bisagra, consiguiendo crear un clima nada extremo y hacerlo en un momento complicado.
Solo puedo expresar agradecimiento por la experiencia compartida  que sin duda estrechó más los lazos existentes, y desear a ambos que lo venturoso recaiga ahora en los nuevos compromisos adquiridos.
Las permutaciones están en la vida de la Escuela y no solo en el cambio de instancias, pero sí de una manera destacada en ellas, especialmente en tiempo de permutaciones, se experimenta como cuando más y mejor fluye el funcionamiento de una Junta, justo entonces, hay que levantar campamento, nada de asentamientos y
por las mejores razones. Quiero agradecer también los lazos que se estrecharon con colegas de otras Comunidades, especialmente con los integrantes del Directorio saliente y del Consejo.
La Reunión Institucional de hoy pone en acto el relevo, me satisface que este de hoy pueda ser alegre al constatar que esta vez no quedará vacante ninguna función en la Comunidad de Andalucía dela ELP, esta alegría no es ningún caso un velo a las dificultades encontradas, tampoco a las que en un futuro puedan presentarse, me temo que debemos mantener el termómetro bien a mano, ninguna sede, dentro y fuera de esta Comunidad, está libre de un debilitamiento en el deseo de sus miembros, impidiendo de este modo circular en la lógica con la que Lacan funda su Escuela, no menos importante es el relevo generacional. Ambos temas han sido objeto de debate en distintos y recientes acontecimientos de Escuela.
No pocos retos tenemos por delante.
En Andalucía llegó el momento de pasar testigo, de celebrar en consecuencia la decisión de los cuatro miembros que constituirán la Junta Directiva entrante, mi agradecimiento a todos ellos por dar este paso, a Fany Miguens, por tomar a cargo la Dirección, y a Jacinto Ruiz del Portal, Graciela Olivari y José Luis Chacón, que por ese orden presentaron sus candidaturas a la Secretarías de lasdistintas sedes de la CdA .
Se abre otro tiempo donde seguir trabajando, no dejemos de creer en nuestros síntomas, y con esas producciones, cada uno en el punto del recorrido que se encuentre, pero juntos, hagamos caminar la ELP
en Andalucía.
Muchas gracias por vuestro acompañamiento, fue un honor para mí tomar la Dirección de la Comunidad de Andalucía de la ELP.

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Fany Miguens

Directora entrante de la CdA-ELP

Estimados colegas
Agradezco vuestra confianza, vuestra presencia que nos permite verificar un deseo y un entusiasmo en la renovación de las instancias, en la permutación de las funciones. Un deseo y un entusiasmo que pueda ir más allá de las pantallas, que atraviese este modo posible de encontrarnos.
Agradezco a Maite Esteban sus palabras y el trabajo de estos dos años, el deseo que la puso ante esta tarea y su trabajo sostenido que nos ha traído hasta aquí, así como a Rocío Cid y a Juan Carlos Ríos su buen hacer en este tiempo en la tesorería y la secretaría.
Y agradezco a los colegas de cada una de las sedes que han realizado la apuesta de hacer la experiencia de la Escuela desde el lugar de las instancias, desde la tarea de la secretaría en cada sede. José Luis Chacón en Granada, Jacinto Ruiz del Portal en Málaga y Graciela Olivari en Sevilla con quienes tendré la oportunidad de trabajar en los dos años que siguen en la Junta directiva de la Comunidad de Andalucía de la ELP.
Asistimos a la renovación de las instancias. Damos paso a las permutaciones y, una vez más, constatamos que este momento institucional va mucho más allá del automaton que dictan estatutos y reglamentos. Nos hacemos eco vivo en este momento de lo que palpita o no en cada lugar. Nos hacemos eco de lo delicado de estas transiciones que hacen presente que ni el destino ni el rumbo de la Escuela están garantizados.
Ayer fue un día importante en la sede de Sevilla. Tras dos años de vacío en la secretaría, ayer se constató el renovado entusiasmo entre los miembros y socios que acompañaron la presentación de una candidatura. Ese renovado entusiasmo ha de entenderse bajo los efectos de la conversación sostenida, esfuerzo de un bien decir, palabras que tienen consecuencias.
Me alegro de ese movimiento que renueva el deseo y la transferencia de trabajo, a sabiendas de que no será sin disfuncionamientos y conscientes de que mantener abierto el agujero del saber es algo activo, exige un esfuerzo.
Me alegra también porque nos permite constatar, una vez más, que tomar partido por la conversación y elegir poner el psicoanálisis por delante, apuntando a lo real que nos causa, permite favorecer lo nuevo, la sorpresa. Encontrarnos, leernos, escucharnos, disentir, aceptar que el trabajo de los otros nos toque, nos interrogue, nos haga avanzar o nos señale el impasse; en suma, estar dispuesto a formas de conversación que supongan un abordaje no-todo del saber, produce consecuencias.
Paloma Blanco escribía recientemente “Lo que no cesa de no escribirse en la Escuela hace que algo de la Escuela misma no cese nunca de no escribirse y ello la mantiene viva”.
Se trata de la tensión propia de la Escuela que lleva al despertar.
Espero que en estos dos años podamos trabajar juntos para hacer que la Escuela, que la Comunidad de Andalucía, que cada sede sea deseable, agalmática. Que la experiencia de habitar la Escuela sea, de algún modo, siempre inaugural y, por tanto, viva.
Aprovechemos el momento para ir más allá de las inercias, que el funcionamiento no aplaste, no produzca silencio ni adormezca. Que por el contrario podamos hacer uso de la invención, como oportunidad, un hacer con lo que hay que no admite la deriva de la queja ni la insistencia de la nostalgia y que, desde luego, no supone un para siempre ni un para todos.
Es una invitación, un compromiso, un deseo.

– Blanco, Paloma: “La Escuela que no cesa de no escribirse” Encuentro de la Comunidad
de Andalucía de la ELP, “Asuntos de familia, asuntos de Escuela” 26 de Junio de 2021,
Málaga.
– Esqué, Xavier: “Acerca de la enfermedad de la Escuela”. En Freudiana nº 95/96. RBA
Libros. Barcelona, 2022.
– Rueda, Félix: “Notas para Madrid”. ELP Debates. 10 de junio 2022

 

 

 

 

Permutaciones en acto
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