Conferencia de José Ramón Ubieto
Reseña de Cecilia A. Cortés

«El mejor protocolo que tenemos es ofrecernos como interlocutor para el otro».

…Con estas sencillas palabras el psicoanalista José Ramón Ubieto daba cuenta de su compromiso a la hora de pensar los diversos síntomas y malestares que acosan actualmente a miles de niños y adolescentes, trabajo del que viene ocupándose desde hace varios años y que lo motivan a colaborar con los ámbitos de Salud, Educación y Asuntos Sociales, (tanto privados como públicos) Barcelona, ciudad donde reside.


La alocución fue parte de una magnífica conversación que el autor mantuvo en la sede de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis de Málaga, en un encuentro organizado por el Seminario de Fundamentos de Psicoanálisis en colaboración con la Nueva Red Hispanohablante CEREDA, al que se unieron una multitud de profesionales andaluces abocados al trabajo de la niñez y la adolescencia.
La reflexión inicial propuesta por Antonia García Lozano -psicoanalista responsable de la Red CEREDA-Málaga-, en torno al declive de la autoridad y el ascenso del objeto técnico en nuestra sociedad neoliberal que promueve una ideología consumista, donde hay una inclinación muchas veces despiadada a medir, evaluar y programarlo todo,  dio pie para que Ubieto pudiera desplegar una serie de coordenadas esenciales para ubicarnos frente al aluvión de etiquetas y clasificaciones que imperan en un intento -siempre fallido- de encapsular el malestar de niños y adolescentes. «Todo niño mientras no demuestre lo contrario es un TDAH», bromeaba José Ramón, revelando por medio del chiste una buena manifestación de la realidad que nos toca vivir.
En torno al  Naming -técnicas para la creación del nombre de una marca que en este caso acaba por marcar los cuerpos y promover identificaciones homogéneas-, señalará como verdadero problema el efecto reduccionista que ese nombrar produce en el sujeto, a lo que agrega: “No discutimos que exista el TDAH, existe porque la palabra tiene el poder de hacer aparecer objetos, en todo caso lo que nos interesa es ver cómo te agitas tú”,  rescatando  los motivos siempre particulares y el  envoltorio singular que pueda representar a cada sujeto.
El arduo trabajo de investigación que el psicoanalista viene realizando se centra en el TDAH y el Bullyng por ser las problemáticas punteras en los diagnósticos efectuados en infancia y adolescencia durante los últimos años. Su propuesta implica ir más allá de las respuestas codificadas -para todos igual- que la ciencia elogia, aproximándose a ellos como modos sintomáticos en los que se manifiesta el malestar, modos que pueden ser leídos en dos Ejes: el Eje del Saber y el Eje del Cuerpo.
De este modo, José Ramón Ubieto enuncia: “el TDAH cuestiona el saber porque es un fenómeno de desatención, también tiene que ver con el cuerpo porque es un fenómeno que sucede allí. A su vez tiene que ver con el otro porque la desatención va dirigida a otro (maestro). Plantea una idea del tiempo distinta, el tiempo se vive de forma hiperactiva”.
El Bullyng, por su parte, sería una forma de manifestación del malestar más presente en la adolescencia, momento en el que el cuerpo hace su irrupción como personaje desconocido.
Lo novedoso del aporte de Ubieto es su lectura del fenómeno del Bulling como algo más que una mera relación de a dos donde se cronifican -y quedan fijados- “víctimas y victimarios”, abordándolo como una escena en donde se manipula el cuerpo del otro (para rechazarlo, injuriarlo, agredirlo, etc.) y en la que intervienen 4 elementos: testigos, acosado, acosador y un otro (ausente) al que se dirige. Con todo, dirá que “el Bulling es un llamado al otro, un acting out, una falsa salida en  relación a lo pulsional, en relación al cuerpo”.
¿Por qué el cuerpo tiene esa importancia a la hora de orientarnos para entender estos malestares? Para responder a esta pregunta, el autor destaca que “tener un cuerpo no es algo que vaya de suyo, no es algo que a uno le den por maduración biológica. Uno no nace con el cuerpo, uno nace con un organismo. Para tener un cuerpo hace falta un proceso de elaboración, de construcción donde articular dimensión imaginaria y simbólica. Lacan decía al final de su enseñanza: la mayor consistencia que tiene el sujeto humano es el cuerpo. Los ideales no nos orientan con la misma fuerza que nos orienta el cuerpo”.
En cuanto al saber, señala la importancia de crear nuevas ofertas educativas que generen interés a los jóvenes para que éstos puedan establecer otra relación con el saber, alejándose del actual rechazo que produce la escuela y los sistemas educativos en general. Ante ésto hace un llamamiento a vaciar la escuela de una cantidad excesiva de contenidos que se han ido acumulando allí bajo la creencia de que solución viene de la mano de la lógica de que más es mejor.

Con todo, la propuesta que realiza el autor de libros como “TDAH: hablar con el cuerpo” (Editorial UOC, S.L., 2014 ), “Bullyng: una falsa salida para los adolescentes” (Nuevos Emprendimientos Editorial, 2016), convoca a todos aquellos que trabajan en los ámbitos educativos, socio-sanitarios, así como a la sociedad en su conjunto, a reflexionar sobre cuáles son las profundas problemáticas con las que niños y jóvenes tienen que vérselas a la hora de construir un cuerpo y relacionarse con el saber en una sociedad donde el Otro social, (encarnado en las redes sociales y el imperio homogeneizante de la imagen, con el concomitante anonimato que ésto entraña) los deja desahuciados y con grandes dificultades a la hora de encontrar allí un lugar y un reconocimiento que les permita constituirse como sujetos.

Cecilia A. Cortés
Málaga, 25 de Marzo de 2017

Síntomas Actuales en la Infancia