Los Cuadernos Andaluces de Psicoanálisis Nº 20  fueron el Documento de Trabajo de las X Jornadas Andaluzas de Psicoanálisis.   Se llamaron “De la Queja al Síntoma”   (1)

Los que participamos en esa ocasión,   pusimos el acento en la entrada en análisis.  Una relectura del mismo, nos invita a considerar lo que  hoy nos convoca en la misma dirección.

En la mencionada publicaciòn estaban presentes la indagaciòn sobre las entrevistas preliminares, la construcción del síntoma en psicoanálisis, el deseo del analista, la repeticiòn…etc

Un texto de Hilario Cid “CH8”  daba un relieve especial al  cierre de la edición.

Un testimonio de Pase, y (para lo que nos incumbe hoy), nos enseñaba cómo el encuentro con un texto de Freud operó como Significante de la transferencia primero, y búsqueda posterior de un analista que encarnara el Sq (un significante cualquiera), para  poner en acto el Algoritmo de la transferencia que Lacan teoriza en su Proposición del 9 de octubre de 1967

S ———>  Sq   

S (S1, S2….Sn)

Esta constatación de entrada en análisis nos refiere al texto freudiano de 1912 “Sobre la iniciación al tratamiento” donde del establecimiento de la transferencia es requisito inicial.

Las entrevistas preliminares (“Período de ensayo o prueba” en la obra citada), darán cuenta de la posibilidad o no, del inicio a una cura, así como de una  orientación en  la posición del sujeto en su discurso de presentación al analista.

Podemos afirmar también que hay entrada en análisis cuando se produce el pasaje del motivo de “queja” inicial, a la elaboraciòn de un síntoma analítico, donde el analista queda incluido como soporte del SsS (sujeto supuesto saber), pivote de la transferencia

Es un consentimiento del sujeto a buscar en el saber una supuesta verdad sobre la causa inconsciente.

Ello implica una pérdida o renuncia  de goce; cierta condición para que la “cosa” advenga palabra.

J.A. Miller refiere a tres niveles en las entrevistas preliminares: 1) Evaluación clínica, 2)Localización subjetiva y 3)Rectificación subjetiva por la introducción del inconsciente (2)

Los avatares del camino de una cura,  tendrán de modo indeleble las huellas de este primer tiempo

 

MALESTARES EN LAS CULTURAS

El plural indica variedades de malestares,  según la cultura epocal.

El descubrimiento freudiano entra en escena en tiempos donde lo que él denominaba  “moral civilizadora” perdía hegemonía y naufragaba en el tsunami de un horizonte convulsionado por el auge de la ciencia   Esta moral había sido una brújula, al fin y al cabo, más allá del autoritarismo inhibidor.

La” Talking Cure” como llamaba Bertha Pappenheim al tratamiento, se presentaba como una herramienta de liberación de conflictos reprimidos en “otro escenario” y pudo tomar un lugar de privilegio

Casi dos tercios del siglo XX europeo,  fueron atravesados por graves conflictos económicos, políticos, bélicos.

A pesar de estas circunstancias, el psicoanálisis continuó su desarrollo y estuvo a la altura para sostener nuevas modalidades del sufrimiento subjetivo.

Con Lacan, el posmodernismo de los 60,  exige una revisión de la praxis para estar a la altura de ese horizonte

Nuevos aires de libertad y estilo de vida,  se funden con  otro tipo de crisis, donde las economías, ciencia y técnica,  pretenden el timón y control social.

Cuando aún no era imaginable las consecuencias del orden cibernético actual, la mirada anticipada de Lacan estuvo advertida;  se constata en su texto del 22/6/55 “Psicoanálisis y Cibernética, o de la naturaleza del lenguaje”

(En tiempos donde se nos incita a ser una especie de Aplicaciòn del lenguaje informático,  sería conveniente llegar al texto nuevamente, para establecer la diferencia necesaria;  para demostrar que en nuestra subjetividad, el orden simbólico tiene una exterioridad y autonomía lógicas. Se evidencia  en un sueño, en un delirio…

Con motivo de el número 100 de la revista Freudiana, J.R. Ubieto aporta en este sentido un interesante trabajo: “Freud y la Inteligencia Artificial” donde rescata la valía del discurso analítico

El malestar de nuestra época tiene que ver con lo que Lacan formuló como Discurso Capitalista (Lo introduce en su Conferencia de Milán- 1972). Un falso discurso pero con consecuencias muy concretas. Su repercusión en el Campo Social, constituye una de las matrices de los síntomas contemporáneos

Sin semblantes de autoridad (la del Amo clásico, el Nombre del Padre, por ejemplo), que regulen la subjetividad o distribuciòn del goce, el individuo actual queda a merced de la pulsión y de un real sin ley.

El discurso capitalista es de una circularidad sin límite; de rechazo a la imposibilidad, y constitución del vínculo… En esta circunstancia, el  sujeto sólo interesa para la acción de consumo de la producción incesante de sus gadgets. Lo que llamamos objeto plus de goce en su ascenso imparable,  tiene un lugar dominante.

Jaques Alain Milller se preguntaba en su intervención del IV Congreso de la AMP en Comandatuba – Brasil- 2004:  “El objeto a, no sería la brújula de la civilización de hoy… Y por qué no?. Tratemos de ver allí el principio del discurso hipermoderno de la civilización.  Entonces,  veamos si podemos construir este discurso”   Por lo pronto, urge entender que no podría ser una clínica con la nostalgia del operador Nombre del Padre.  La introducción del parlêtre, el misterio del cuerpo hablante… reorientan la brújula de la cura.

Estamos llamados a cierta invención. Esta requiere en parte del delirio con fondo de vacío.  Atravesamos la época del “delirio generalizado” decimos, pero de un delirio zombie que no inventa nada, más bien refuerza esa “nada”

OBSTÁCULOS A LA ENTRADA EN ANÁLISIS HOY

Decíamos al inicio que para Freud la transferencia era la exigencia inicial, y el sujeto supuesto saber su pivote.

Según J. A. Milller en la misma intervención de Comandatuba, infiere que en la última enseñanza de Lacan es la Trasferencia el soporte del SsS.

Es condición, entonces, la presencia del analista, “poniendo un cuerpo”, la voz, la imagen… también, para gestar un saber. Nos recuerda que el “inconsciente primario” como Saber, no existe.  Tiempos de la inexistencia del Otro (no de sus efectos).

Es frecuente el encuentro con subjetividades impuestas por el estabilishment.  Con la investidura de un S2 ajena totalmente a su deseo.  Podríamos formular el principio: Un Significante (1) representa a un sujeto ($) para otro Significante (2)

S1….> $…..> S2     Es precisamente en la investidura de Sentido (2) donde la acción analítica puede dejar en suspenso,  provocar un Sin-Sentido y aislar el S1 para reformular la operaciòn desde la vía del deseo o singularidad del sujeto

Podríamos decir que parte de los síntomas del sujeto que recibimos, tiene que ver con este secuestro; on la soledad y el pánico para afrontar la pulsión, sin recurso simbólico

O bien nos llega evaluado con un  diagnóstico pre-configurado en los manuales clasificatorios como el DSM5  o  del CIE (Clasificaciòn Internacional de Enfermedades) que edita la OMS. Capítulo V dedicado a las enfermedades mentales

Pero son precisamente estos síntomas que el sujeto trae a consulta, el desafío y la posibilidad a la vía de entrada.  Se trata de hacer con la acción analítica un saber soportable a la evidencia que no hay relaciòn sexual,  pero sí la posibilidad de captura por una relación simbólica, donde la subjetividad pueda alojarse

Referencias

  • Cuadernos Andaluces de Psicoanálisis Nº 20 “De la queja al síntoma” 1997
  • A. Miller – Introducción al método psicoanalítico – 1997 – Editorial Paidos

* Intervención en el Encuentro Andaluz de la CdA-ELP «Entradas y salidas de la cura en psicoanálisis». 15 de Junio de 2024. Antequera

 

 

Entradas en análisis. Por Ricardo Acevedo