En este espacio que comenzó el 16 de febrero, en la Sede de Sevilla, hemos tomado para elaborar el programa, el sintagma de Las enfermedades del padre, uno de los Ejes formulados en el Argumento de presentación de PIPOL 11: “Clínica y crítica del Patriarcado”[1].
Podemos ver una oposición entre lo que propugna el Psicoanálisis sobre la función del padre y lo que es el Patriarcado como estructura social de dominación.
En el espacio dedicaremos dos encuentros al Patriarcado y sus pecados, y los demás a investigar las enfermedades llamadas del padre: neurosis, psicosis y perversión.
De esta manera nos dirigimos a revisitar a Freud, en su elaboración del padre, el Padre freudiano.
En el Psicoanálisis tenemos un recorrido del concepto del padre desde Freud, con el agregado de las formulaciones que hace Lacan, siendo un concepto solidario de la lectura de las modificaciones en el ámbito social.
Hemos elegido el eje Freud- Lacan.
Así veremos que la familia de la que habla Freud ha sufrido diversos cambios, hasta el momento actual en que los significantes de padre y madre, se sustituyen por la parentalidad (que aloja las nuevas formas de familias: reconstituidas, monoparentales, homoparentales, las generadas por técnicas de reproducción asistida, las de la filiación por adopción…).
La familia actual hace más que evidente la discordancia con la familia biológica. La familia es una institución que puede no coincidir con la familia biológica. Como vemos, el lazo familiar es lo menos natural que se puede esperar.
El Psicoanálisis se ubica a la altura de la subjetividad de cada época, para leer los síntomas según los semblantes que ella ofrece.
Freud empieza su andadura en la era victoriana, patriarcal, represiva de la sexualidad, totalmente otra que la actual comandada por la invitación al porno[2].
El lugar que les cabe a los padres es actualmente representado por distintas figuras.
Veremos en los avatares de los casos de Freud, casos que enseñan lo paradigmático de la función paterna, que Freud muestra siempre imperfecta, con alguna falla de más o de menos.
Los síntomas clásicos se ordenan según La novela familiar del neurótico[3].
Si bien, el psicoanálisis no trata a la familia como tal, hay una política del síntoma de la familia que debemos estudiar en esta dirección para poder tratar el síntoma en cada sujeto.
En el segundo ciclo del Espacio, veremos cómo Lacan avanza interpretando a Freud y el Padre lacaniano se desliza más allá del Padre freudiano.
Veremos cuál es la función mínima esperable para civilizar el goce, que puede estar encarnada por distintas figuras de las cuales el padre puede ser una más entre ellas: el padre no es universal, no es una esencia, es una función: P(x), donde x puede ser ocupada por a, b, o c, “ser un padre es uno de los modelos de realización de la función”[4].
La clínica psicoanalítica, a la que dedicaremos este Espacio, ofrece, lejos de patologizar al sujeto, tratar con cada uno (aunque se haya situado en una comunidad de goce) cómo ha construido su síntoma singular, no colectivo.
Se trata de que el psicoanalista , trabaje en consultorio o en instituciones, “sea un objeto versátil, disponible, dócil, que no quiera nada a priori por el bien del otro, y sin prejuicios en cuanto al buen uso que se puede hacer de él…”.
[1] Poblome, Guy : Argumento PIPOL 11, “Clínica y crítica del Patriarcado”.
[2] Miller, J.A: “El inconsciente y el cuerpo hablante”. Conferencia. Presentación del X Congreso de la AMP.
[3] Freud, S. “La novela familiar del neurótico”: Ed. Amorrortu, T.9
[4] Laurent E. “El más padre más allá del patriarcado”. Conferencia. Moscú, 16.12.2022.
Sede de Sevilla
Espacio de Lecturas y presentación de casos
Clínica y crítica del patriarcado. Las enfermedades del padre.
Responsable: Graciela Olivari.
Presentación. Graciela Olivari. Miembro de la ELP y la AMP.